¿Puede ser la sostenibilidad en logística posible (y rentable)?

Éstos son los ejemplos de que sí, aunque te adelantamos que conseguirlo no es fácil
1. Reducción de costos operativos
• Optimización del combustible: Invertir en flotas más eficientes o vehículos híbridos y eléctricos reduce el consumo de combustible.
• Mantenimiento predictivo: Las tecnologías sostenibles y digitales, como sensores IoT, permiten reducir los costos de mantenimiento.
• Rutas inteligentes: El uso de sistemas de planificación de rutas sostenibles reduce distancias, tiempos de entrega y emisiones.
2. Ventaja competitiva y mejora de la reputación
• Clientes conscientes: Cada vez más empresas buscan socios logísticos comprometidos con la sostenibilidad para mejorar su propia huella ambiental.
• Certificaciones verdes: Obtener certificaciones medioambientales puede ser un factor diferenciador en el mercado.
3. Cumplimiento normativo y beneficios fiscales
• Las regulaciones medioambientales están aumentando, y las empresas sostenibles evitan sanciones futuras.
• Algunos países ofrecen incentivos fiscales o subvenciones para la adquisición de vehículos de bajas emisiones o la instalación de energías renovables en almacenes logísticos.
4. Innovación y resiliencia
• La sostenibilidad impulsa la adopción de nuevas tecnologías que mejoran la eficiencia y aumentan la resiliencia ante cambios del mercado.
• Una empresa sostenible es más adaptable a futuras regulaciones y fluctuaciones de precios del combustible.
5. Fidelización de clientes y marketing positivo
• Las prácticas sostenibles pueden mejorar la percepción de marca y atraer tanto clientes como socios comerciales interesados en trabajar con empresas éticas.
6. Retorno de inversión a largo plazo
• Aunque algunas inversiones iniciales sean elevadas, el ahorro operativo y el aumento en la demanda de servicios sostenibles generan beneficios financieros sostenibles en el tiempo.